Terapia individual

En terapia identificaremos aquellas conductas o situaciones que te generen malestar y ofreceremos cursos de acción realistas y personalizados que las modifiquen.

Te explico cómo funciona una terapia y qué pasos la integran:

1. Evaluación.

Un análisis funcional individualizado, que contemple la interacción de la persona con su ambiente y consigo misma, es esencial para una evaluación e intervención eficaz y rigurosa. Por ello, con ayuda de entrevistas estructuradas (preguntas cerradas) y semiestructuradas (conversaciones abiertas), al igual que con ayuda de otros tipos de instrumentos estandarizados (test, registros, cuestionarios…), es muy importante que las primeras sesiones se destinen principalmente a recoger información. Con todos estos datos y variables se construye una hipótesis explicativa que se devuelve a la persona para delimitar juntas en qué aspectos de su vida hay que intervenir y por qué.

2. Intervención.

Una vez recopilada y examinada la problemática e identificadas aquellas áreas en las que podemos intervenir, el primer paso es que concretemos los objetivos a seguir en las sesiones. Tú dictarás la urgencia de tus metas y su abordaje, puesto que una terapia es un proceso dinámico, conjunto y coordinado: y los objetivos pueden resolverse o quedar en segundo plano ante nuevas problemáticas a lo largo de las sesiones. Mediante pautas y técnicas adaptadas y diseñadas para perseguir el cumplimiento de tus objetivos, buscaremos que adquieras habilidades y estrategias para que aprendas a detectar posibles alternativas a tus fuentes de malestar, así como autonomía completa en el abordaje de las mismas.

3. Seguimiento.

En la última etapa de este viaje, prepararemos junt@s la finalización de la terapia y nuestra despedida. Las sesiones son mucho más espaciadas en el tiempo y se centran en el refuerzo y mantenimiento de los cambios que se hayan trabajado en la intervención, y también jugará un papel principal la prevención de recaídas. El objetivo de ésta última etapa es el de consolidar y mantener aquellas conductas que te han llevado a cumplir los objetivos propuestos en terapia, y prepararte para el abordaje de futuros problemas similares.